Foto: Luisana Castillo Morales, mi asesora en cine
Seis de la mañana. Todos los días se levantaba
temprano. A veces, seis y diez o seis y cuarto. Besaba a su mujer, desayunaba y
se iba a trabajar, lonchera en mano. Ya en el autobús que conducía –y antes de
iniciar el recorrido-, anotaba en su cuaderno los versos de un poema. Por
ejemplo, un poema a una caja de fósforos que terminaba convertido en un poema
de amor:
Aquí está
el fósforo más bello del mundo,
de una
pulgada y media de suave vástago de pino
cubierto
por una granulada cabeza púrpura oscuro,
Muy sobrio
y furioso,
y
obstinadamente listo para explotar en fuego
prendiendo,
quizás, el cigarrillo de la mujer que amas,
por
primera vez,
y nunca
fue lo mismo después.
Todo eso
te daremos".
Eso fue lo
que me diste: Yo me convertí
en
cigarrillo, y tú en fósforo,
o yo en
fósforo, y tú en cigarrillo,
brillando
con besos ardiendo hacia el cielo.
Como ya saben, hablo del “bus driver” que
encarna Adam Driver (¿azar concurrente?) en la magnífica película Paterson
(2016) de Jim Jarmusch, cuyos textos poéticos fueron especialmente escritos por
Ron Padgett. Se leen y suenan luminosos en la pantalla.
“En el autobús uno ve su pensamiento, sentado o
de pie”, escribió William Carlos
Williams cuando prefiguró a ese personaje en el Libro I de su inmenso Paterson.
Hoy viene a cuento, porque con las imágenes de la película concluimos ayer
nuestro taller de poesía en Casa Corocora, que casi terminó siendo Corocora,
New Jersey, para decirlo como el japonés cuando se despide en “Paterson” de Paterson, en Paterson, New
Jersey.
Antes, la lectura que hizo Cuchi de This
is just to say nos había dado la señal del esplendor.
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Dedico a todos los participantes del taller La poesía: libertad bajo palabra (Luisa, Rosario, Gertrudis, Luisana, Maria Luisa, Tulio, Milagros, Luis, Beatriz, María Josefina, Elizabeth, Ramón, Ilsa, Yanira, Marisabel) y a Vladimir Delgado, a quien debo el conocimiento de Paterson y a Cuchi, quien resiste a diario mi "Williams" y todas las manías...
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Dedico a todos los participantes del taller La poesía: libertad bajo palabra (Luisa, Rosario, Gertrudis, Luisana, Maria Luisa, Tulio, Milagros, Luis, Beatriz, María Josefina, Elizabeth, Ramón, Ilsa, Yanira, Marisabel) y a Vladimir Delgado, a quien debo el conocimiento de Paterson y a Cuchi, quien resiste a diario mi "Williams" y todas las manías...
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