Pasteleria Foix, en Sarriá, en los viejos tiempos
06-06-17: Cinco de la mañana y la primera apariencia: no
estoy en Sarriá, pero leo a Foix, solo, y doliente. Ya supe que unos clérigos
-tres, para ser preciso- de los tiempos de Pedro III, se salieron de unos
libros de Historia y esperaron a Foix en la biblioteca, para mirarlo y
bendecirlo.
--
Mientras recuerdo panes y turrones de su
confitería y oigo una ducle voz que reclama la crema, sigo la lectura y me topo
con El difícil encuentro. Leo:
“¿Quién,
de los dos, es carnal? ¿Quién aviva al otro y él no es?”.
En la comarca de fantasmas, un pequeño palacio
se ilumina “en las calas secretas de sus ojos” y se siente que todo vive en el
espíritu.
--
Como esos personajes que a veces nos hacen señas
desde los estantes, Foix acaba de decirnos, a Gabriel Ferrater y a mí, que
todos nos reuniremos en el Puerto con la Desconocida, y que en el otro lado del
mundo, nos espera un canto cósmico.
--
(J. V. Foix es uno de los grandes poetas
catalanes. Dice Enrique Badosa –en cuya traducción al castellano leo a Foix-,
que es también uno de los más importantes poetas universales. Nació en
Barcelona en 1893. Murió allí mismo en 1987. Su libro Sol, i de dol -Solo, y
doliente- es una de las cumbres de la lengua catalana).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario