Retrato de Dante Alighieri. Anónimo de la segunda mitad del siglo XVI
En casa busco la palabra que esta mañana recordé
al pensar en un amigo y encuentro en Dante esta lectura:
“El hombre amado por la gallardía da y recibe
sin sentir pena; no le pesa al sol dar su luz a las estrellas ni ayudarse de
ellas en la producción de sus efectos, porque en lo uno y en lo otro, bien sabe
conseguir deleite. No se deja arrastrar por la ira en sus palabras, sino que
sólo recoge aquellas que son buenas, y sus consejos resultan discretos y
elegantes; amado por sí mismo y deseado de las personas sabias, pues aprecia
igual las alabanzas y el desprecio de las personas toscas; por ninguna grandeza
se otorga al orgullo, sino que, cuando le parece que es conveniente mostrar su franqueza,
también entonces merece nuestro elogio…”
(Al viejo amigo, RGA, que por estos días es noticia)
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