Alejandro Otero, gran artista venezolano, epónimo de un museo de Caracas, muy mentado en estos días. Acá está en el Museo de Bellas Artes, en 1960, con sus Coloritmos
En un texto titulado Hondo testimonio (1980), en el que se refiere a tres
puntos clave de su obra (Cézanne,
Picasso y Mondrian), Alejandro Otero escribió estas palabras:
Los signos de estos
tiempos, en todos los órdenes de la vida social venezolana, parecen ser el
desconcierto, la incredulidad, el sentimiento de un necesario naufragio.
No sé si se adelantó,
pero en todo caso, para entonces ya se iniciaban los preparativos.
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