domingo, 28 de agosto de 2016

¿A murmurar llamas filosofía?




Nunca está de más volver a Cervantes. En una de sus novelas ejemplares, este coloquio canino, que a veces viene como anillo al dedo: 

"CIPIÓN.- Para saber callar en romance y hablar en latín, discreción es menester, hermano Berganza. 

BERGANZA.- Así es, porque también se puede decir una necedad en latín como en romance, y yo he visto letrados tontos, y gramáticos pesados, y romancistas vareteados con sus listas de latín, que con mucha facilidad pueden enfadar al mundo, no una sino muchas veces. 

CIPIÓN.- Dejemos esto, y comienza a decir tus filosofías. 

BERGANZA.- Ya las he dicho: éstas son que acabo de decir. 

CIPIÓN.- ¿Cuáles?

BERGANZA.- Estas de los latines y romances, que yo comencé y tú acabaste. 

CIPIÓN.- ¿Al murmurar llamas filosofar? ¡Así va ello! Canoniza, canoniza, Berganza, a la maldita plaga de la murmuración, y dale el nombre que quisieres, que ella dará a nosotros el de cínicos, que quiere decir perros murmuradores; y por tu vida que calles ya y sigas tu historia”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario